lunes, 22 de octubre de 2012

Reforma de la CONSTITUCIÓN NACIONAL



CONSTITUCIÓN: Es el conjunto de normas escritas que organizan y regulan la vida política del país, reglamentando la organización y ejercicio del poder, estableciendo y asegurando el respeto y ejercicio de los derechos y garantías fundamentales de todos y cada uno de los habitantes de la República y en virtud de la cual se orienta nuestra Nación.
Toda constitución es la expresión jurídica de la estructura de poder de una sociedad. Las constituciones de los países que luchan por emanciparse del imperio, expresan las síntesis de las tensiones, las luchas por el poder económico y político de las clases que la integran.
La historia de nuestro país, y la historia de la Constitución Nacional, es la historia del enfrentamiento entre dos proyectos insintetizables de país, El Proyecto de País Justo, Libre y Soberano, por un lado, y el proyecto de país dependiente, colonia del imperio que defiende la oligarquía diversificada y parte de la burguesía gorila, por el otro.
La Constitución vigente, liberal, prooligárquica y proimperialista es el resultado del triunfo militar de ese Proyecto por sobre las milicias montoneras federales del interior del país. Todos los jefes montoneros y sus pueblos fueron exterminados por los modernos fusiles ( fabricados y exportados por el imperio ) utilizados -indistintamente- por la burguesía porteña y la oligarquía agroganadera.
Desde Facundo Quiroga, que no dejó “trabajar” alegremente sobre el oro de Famatina a los garfios filibusteros de Bernardino Rivadavia, agente inglés, a  Varela, Peñaloza, Ramírez, López, Bustos, Güemes y López Jordán, todos asesinados defendiendo la misma causa: la necesidad de distribuir equitativamente la riqueza que generaba el puerto, el comercio exterior, el sistema impositivo y las nacientes industrias del interior. Es decir, desde siempre el problema es el mismo: LA PROPIEDAD Y LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN.
Los redactores de la Constitución del 53 tuvieron en cuenta antecedentes y fuentes precisas. Las constituciones liberales y porteñas de 1.819 y 1.826 y todos los Pactos Preexistentes que perjudicaban y planificaban el exterminio de los pueblos del interior en beneficio del puerto.
La publicación de Alberdi: “Bases y Punto de Partida para la Organización Política de la República Argentina”, editada en Valparaíso, Chile, en 1.852 y la Constitución de los Estados Unidos de 1.787.
Esa Constitución fue el paragüas jurídico en el que se guareció la construcción del país dependiente y colonial.
A la historia la conocemos: Rivadavia, Urquiza, Mitre, Sarmiento, Avellaneda, Roca. Alvear, Justo, Rojas, Aramburu, Frondizi, Onganía, Lanusse, Videla, Alfonsín, Menem, De la Rúa.  
Conocemos la historia: “EL MISMO COLLAR”. La Constitución del 53 y sus reformas truchas del 57, 72, 76 y 94, solventando formalmente la destrucción de la Patria a favor de la sociedad oligárquico-imperialista (pro-británica hasta la Década Infame y pro-estadounidense desde entonces hasta hoy) y “DISTINTOS PERROS”,  desde el primer Martínez de Hoz, traficante de esclavos y contrabandista rivadaviano al Martínez de Hoz asesino y Procesista. De Anchorena y Menéndez Behety a  Soros y Biolcatti.

PATRIA PERONISTA. LA CONSTITUCIÓN DE 1.949.-

El Peronismo es el más excepcional intento político y con planificación económica nacional y popular por estructurar una Patria Independiente, Soberana y con Justa Distribución de la riqueza.
La extraordinaria movilización popular del 17de octubre del 45 coronó esa jornada inolvidable con certezas. Que Perón era la conducción del Proyecto Nacional y Popular, que era posible construir la Patria y que era necesario para ello Que LE FUERAN RESTITUIDAS AL ESTADO Y AL PUEBLO LA PROPIEDAD DE LAS TIERRAS, DE LAS EMPRESAS ESTRATÉGICAS Y LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN.
El peronismo del 46 al 55 fue eso. O el intento de esa construcción. Los trabajadores pasaron a percibir el 50% del PBI desde el miserable e histórico 22 %. En pocos años, la excepcional política de sustitución de importaciones derivó en la más soberana industrialización que se haya conocido en toda América Latina.
El funcionamiento del IAPI direccionó y ordenó con criterio nacional toda la producción agropecuaria, encauzó en márgenes razonables las ganancias de la oligarquía y las multinacionales y utilizó los fabulosos excedentes en la excepcional obra social, educativa, de salud pública, de construcción de obra pública estratégica, de industria pesada, espacial, ferroviaria, de comunicaciones y servicios. El peronismo, atento a la política de estatización de la propiedad y los medios de producción, nacionalizó los depósitos bancarios y gravó la renta financiera y la riqueza.
Toda esta política Soberana e Independiente y con Justa distribución de la Riqueza se plasmó en la Reforma DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL DEL 49.
El mítico artículo 40 de esa Constitución es una clara muestra del criterio del peronismo con respecto a la propiedad y los medios de producción.
El golpe asesino y gorila del 55 tuvo como único objetivo derogar la Constitución Peronista, paralizar sus efectos y restituirle la propiedad y los medios de producción a la oligarquía, la burguesía cipaya y las multinacionales. El PRETEXTO FUE QUE REPUDIABAN LA CLAÚSULA DE REELECCIÓN.
IGUAL QUE HOY.
Por eso es que junto a toda la estructura liberal, capitalista, antinacional y antipopular de la Constitución Nacional vigente, conviven algunas parcelas jurídicas de corte progresista, favorables al pueblo trabajador, resabios de la Constitución Peronista del 49, como el artículo 14 bis. Una “graciosa concesión” de los gorilas, asesinos del pueblo peronista en el golpe del 55. La reforma anticonstitucional y antijurídica del 57, a cambio de toda la Constitución del 49 dejó esta migaja.

EL PRESENTE QUE VIVIMOS.

Las excepcionales transformaciones políticas, económicas, culturales, jurídicas y sociales realizadas por el peronismo en estos últimos diez años, necesitan el cobijo, el amparo jurídico que debe brindarle la Constitución.
Estamos lejos de la colonia del 2.003 y más cerca de la Patria que construiremos. Y este tránsito laborioso del pueblo, esta construcción del pueblo debe ser custodiada jurídicamente.
Con Néstor y Cristina Kirchner logramos avanzar trabajosamente hasta este presente. Las restricciones y prohibiciones para empresas y particulares extranjeros en torno a la titularidad de nuestras tierras, los gravámenes progresivos a la producción agropecuaria, los gravámenes correctivos y la política de Comercio Exterior, la política de Sustitución de importaciones e Industrialización, la Reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, la nacionalización de YPF, la puesta en funcionamiento de los Astilleros de Rio Santiago, la fábrica nacional de helicópteros, aviones y cohetería espacial de Córdoba, la estatización de los fondos de la Anses, la política de Desendeudamiento externo, la repatriación de la deuda externa, la política cambiaria soberana, la actualización y sistematización de los Códigos Civil y Comercial, el 6 % del PBI destinado a la Educación, los miles de hospitales en todo el país montados con toda la tecnología y aparatología de avanzada y la excepcional política social en torno a la preservación de los derechos de los niños, adolecentes, madres y ancianos, todo APUNTA A CAMBIAR LA TITULARIDAD DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN Y EL CONCEPTO DE PROPIEDAD.
Por lo que conjuntamente al continuado avance político e institucional del pueblo y gobierno en este sentido, La AGRUPACIÓN “LA ARREGUI” propone modificar la Constitución Nacional, incorporando los siguientes elementos:
1)      Reforma del Sistema Financiero, conjuntamente con la Estatización de los Depósitos Bancarios.
2)      Estatización de los Servicios Públicos.
3)      Estatización de los Recursos Naturales, de su Producción y Comercialización.
4)      Nueva Ley de Educación. Intervención de la Universidad Pública.
5)      Reforma Agraria.
6)      Estado Laico.
7)      Nacionalización de las Comunidades Indígenas.
8)      Reforma nacional y popular del Sistema Impositivo.
9)      Reelección presidencial indefinida. Soberanía Popular, conjuntamente con una reforma de los criterios de funcionamiento de los Partidos Políticos y la estructura electoral, para erradicar el funcionamiento de los aparatos.