CONSTITUCIÓN:
Es el conjunto de normas escritas que organizan y regulan la vida política del
país, reglamentando la organización y ejercicio del poder, estableciendo y
asegurando el respeto y ejercicio de los derechos y garantías fundamentales de
todos y cada uno de los habitantes de la República y en virtud de la cual se
orienta nuestra Nación.
Toda
constitución es la expresión jurídica de la estructura de poder de una
sociedad. Las constituciones de los países que luchan por emanciparse del
imperio, expresan las síntesis de las tensiones, las luchas por el poder
económico y político de las clases que la integran.
La historia
de nuestro país, y la historia de la Constitución Nacional, es la historia del
enfrentamiento entre dos proyectos insintetizables de país, El Proyecto de País
Justo, Libre y Soberano, por un lado, y el proyecto de país dependiente,
colonia del imperio que defiende la oligarquía diversificada y parte de la
burguesía gorila, por el otro.
La
Constitución vigente, liberal, prooligárquica y proimperialista es el resultado
del triunfo militar de ese Proyecto por sobre las milicias montoneras federales
del interior del país. Todos los jefes montoneros y sus pueblos fueron
exterminados por los modernos fusiles ( fabricados y exportados por el imperio
) utilizados -indistintamente- por la burguesía porteña y la oligarquía
agroganadera.
Desde
Facundo Quiroga, que no dejó “trabajar” alegremente sobre el oro de Famatina a
los garfios filibusteros de Bernardino Rivadavia, agente inglés, a Varela, Peñaloza, Ramírez, López, Bustos,
Güemes y López Jordán, todos asesinados defendiendo la misma causa: la necesidad
de distribuir equitativamente la riqueza que generaba el puerto, el comercio
exterior, el sistema impositivo y las nacientes industrias del interior. Es
decir, desde siempre el problema es el mismo: LA PROPIEDAD Y LOS MEDIOS DE
PRODUCCIÓN.
Los
redactores de la Constitución del 53 tuvieron en cuenta antecedentes y fuentes
precisas. Las constituciones liberales y porteñas de 1.819 y 1.826 y todos los
Pactos Preexistentes que perjudicaban y planificaban el exterminio de los
pueblos del interior en beneficio del puerto.
La
publicación de Alberdi: “Bases y Punto de Partida para la Organización Política
de la República Argentina”, editada en Valparaíso, Chile, en 1.852 y la
Constitución de los Estados Unidos de 1.787.
Esa
Constitución fue el paragüas jurídico en el que se guareció la construcción del
país dependiente y colonial.
A la
historia la conocemos: Rivadavia, Urquiza, Mitre, Sarmiento, Avellaneda, Roca.
Alvear, Justo, Rojas, Aramburu, Frondizi, Onganía, Lanusse, Videla, Alfonsín,
Menem, De la Rúa.
Conocemos
la historia: “EL MISMO COLLAR”. La Constitución del 53 y sus reformas truchas
del 57, 72, 76 y 94, solventando formalmente la destrucción de la Patria a
favor de la sociedad oligárquico-imperialista (pro-británica hasta la Década
Infame y pro-estadounidense desde entonces hasta hoy) y “DISTINTOS PERROS”, desde el primer Martínez de Hoz, traficante
de esclavos y contrabandista rivadaviano al Martínez de Hoz asesino y Procesista.
De Anchorena y Menéndez Behety a Soros y
Biolcatti.
PATRIA
PERONISTA. LA CONSTITUCIÓN DE 1.949.-
El Peronismo
es el más excepcional intento político y con planificación económica nacional y
popular por estructurar una Patria Independiente, Soberana y con Justa
Distribución de la riqueza.
La
extraordinaria movilización popular del 17de octubre del 45 coronó esa jornada
inolvidable con certezas. Que Perón era la conducción del Proyecto Nacional y
Popular, que era posible construir la Patria y que era necesario para ello Que
LE FUERAN RESTITUIDAS AL ESTADO Y AL PUEBLO LA PROPIEDAD DE LAS TIERRAS, DE LAS
EMPRESAS ESTRATÉGICAS Y LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN.
El
peronismo del 46 al 55 fue eso. O el intento de esa construcción. Los
trabajadores pasaron a percibir el 50% del PBI desde el miserable e histórico
22 %. En pocos años, la excepcional política de sustitución de importaciones
derivó en la más soberana industrialización que se haya conocido en toda
América Latina.
El
funcionamiento del IAPI direccionó y ordenó con criterio nacional toda la
producción agropecuaria, encauzó en márgenes razonables las ganancias de la
oligarquía y las multinacionales y utilizó los fabulosos excedentes en la
excepcional obra social, educativa, de salud pública, de construcción de obra
pública estratégica, de industria pesada, espacial, ferroviaria, de
comunicaciones y servicios. El peronismo, atento a la política de estatización
de la propiedad y los medios de producción, nacionalizó los depósitos bancarios
y gravó la renta financiera y la riqueza.
Toda esta
política Soberana e Independiente y con Justa distribución de la Riqueza se plasmó
en la Reforma DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL DEL 49.
El mítico
artículo 40 de esa Constitución es una clara muestra del criterio del peronismo
con respecto a la propiedad y los medios de producción.
El golpe
asesino y gorila del 55 tuvo como único objetivo derogar la Constitución
Peronista, paralizar sus efectos y restituirle la propiedad y los medios de
producción a la oligarquía, la burguesía cipaya y las multinacionales. El
PRETEXTO FUE QUE REPUDIABAN LA CLAÚSULA DE REELECCIÓN.
IGUAL QUE
HOY.
Por eso es
que junto a toda la estructura liberal, capitalista, antinacional y antipopular
de la Constitución Nacional vigente, conviven algunas parcelas jurídicas de
corte progresista, favorables al pueblo trabajador, resabios de la Constitución
Peronista del 49, como el artículo 14 bis. Una “graciosa concesión” de los
gorilas, asesinos del pueblo peronista en el golpe del 55. La reforma
anticonstitucional y antijurídica del 57, a cambio de toda la Constitución del 49
dejó esta migaja.
EL PRESENTE
QUE VIVIMOS.
Las
excepcionales transformaciones políticas, económicas, culturales, jurídicas y
sociales realizadas por el peronismo en estos últimos diez años, necesitan el
cobijo, el amparo jurídico que debe brindarle la Constitución.
Estamos
lejos de la colonia del 2.003 y más cerca de la Patria que construiremos. Y
este tránsito laborioso del pueblo, esta construcción del pueblo debe ser
custodiada jurídicamente.
Con Néstor
y Cristina Kirchner logramos avanzar trabajosamente hasta este presente. Las
restricciones y prohibiciones para empresas y particulares extranjeros en torno
a la titularidad de nuestras tierras, los gravámenes progresivos a la
producción agropecuaria, los gravámenes correctivos y la política de Comercio
Exterior, la política de Sustitución de importaciones e Industrialización, la
Reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, la nacionalización de YPF, la
puesta en funcionamiento de los Astilleros de Rio Santiago, la fábrica nacional
de helicópteros, aviones y cohetería espacial de Córdoba, la estatización de
los fondos de la Anses, la política de Desendeudamiento externo, la
repatriación de la deuda externa, la política cambiaria soberana, la
actualización y sistematización de los Códigos Civil y Comercial, el 6 % del
PBI destinado a la Educación, los miles de hospitales en todo el país montados
con toda la tecnología y aparatología de avanzada y la excepcional política
social en torno a la preservación de los derechos de los niños, adolecentes,
madres y ancianos, todo APUNTA A CAMBIAR LA TITULARIDAD DE LOS MEDIOS DE
PRODUCCIÓN Y EL CONCEPTO DE PROPIEDAD.
Por lo que
conjuntamente al continuado avance político e institucional del pueblo y
gobierno en este sentido, La AGRUPACIÓN “LA ARREGUI” propone modificar la
Constitución Nacional, incorporando los siguientes elementos:
1)
Reforma
del Sistema Financiero, conjuntamente con la Estatización de los Depósitos
Bancarios.
2)
Estatización
de los Servicios Públicos.
3)
Estatización
de los Recursos Naturales, de su Producción y Comercialización.
4)
Nueva
Ley de Educación. Intervención de la Universidad Pública.
5)
Reforma
Agraria.
6)
Estado
Laico.
7)
Nacionalización
de las Comunidades Indígenas.
8)
Reforma
nacional y popular del Sistema Impositivo.