Los militantes de la agrupación peronista "LA ARREGUI", somos parte del pueblo de La Nación que busca arquitecturar La Patria Independiente, Soberana, Latinoamericana y con Justa Distribución de la Riqueza, con la que soñaron los forjadores del Movimiento Nacional y Popular.
La historia nacional es el relato del cruento enfrentamiento entre dos proyectos de país insintetizables: El Proyecto Nacional y Popular y el Proyecto oligárquico y proimperialista.
La historia nacional es el relato del cruento enfrentamiento entre dos proyectos de país insintetizables: El Proyecto Nacional y Popular y el Proyecto oligárquico y proimperialista.
El Proyecto Nacional y Popular, encarnado en Moreno, San Martín, Chacho Peñaloza, Felipe Varela, López Jordán, Rosas, Yrigoyen, FORJA, Perón, EVITA, la JOTAPÉ, Néstor, Cristina y Las Madres, se reencontró con el pueblo y con la historia en 2.003.
La oligarquía diversificada y el imperio diseñaron (desde siempre) la destrucción de nuestra Patria y la edificación de la colonia. Etapas de esta siniestra destrucción, del 76 en adelante, fueron: la desvastación genocida de La Nación, de los milicos asesinos, el gorilismo claudicante de Alfonsín, la canallesca y vendepatria traición de Menem y las miserables pantominas de De la Rúa y Duhalde.
Nosotros, hombres y mujeres del pueblo, militantes de LA ARREGUI, acompañamos a Néstor y Cristina, desde nuestro insobornable amor a la Patria, en este tránsito colectivo rumbo a la Soberanía.
Aristas salientes de esta construcción popular son la fenomenal política de
Desendeudamiento, que bajó la deuda externa exigible a menos del 20% del PBI, es decir, tenemos como país niveles similares al 49 en cuanto a SOBERANÍA. La estatización de los Fondos de la ANSES, clave para el desarrollo de todas las excepcionales políticas sociales implementadas en todo el país. Nacionalización de las Deudas Provinciales, que diseñó –junto a los recursos no reintegrables- la política de construcción de la Obra Pública Estratégica más importante desde los 50. Modificación de la Carta Orgánica del Banco Central, la nacionalización de YPF, la instrumentación de la AUH, la revolucionaria política de Derechos Humanos y Sociales, la nacionalización de la fábrica de aviones de Córdoba, la puesta en funcionamiento de los Astilleros de Rio Santiago, el paulatino control sobre el Comercio Exterior, las leyes que protegen las tierras estratégicas del extranjero y la política impositiva sobre la producción agrícolaganadera con la que el gobierno financia el desarrollo de polos industriales, las políticas para las Pymes, la sustitución de importaciones, abc de todo proyecto anticolonial y el impulso nacional a la
ciencia, la técnica y la tecnología.
Las políticas de nuestro Comercio Exterior y la política cambiaria,en el ámbito financiero, permiten el estratégico superávit comercial, el acopio de divisas y la excepcional cantidad de Reservas en moneda extranjera.
Los históricos niveles de obra pública, hechos con recursos propios, añade Soberanía por partida doble, porque se edifican cimientos para la industria mediana y pesada, la agroindustria, los servicios y el transporte, sin el diabólico endeudamiento externo.
Lo precedente, que no agota la síntesis de las excepcionales disposiciones tácticas y estratégicas de esta década peronista, generó una patriótica transferencia de recursos de la oligarquía diversificada y las multinacionales a nuestro pueblo, que se traduce en salud, educación, salarios, viviendas, trabajo y esparcimiento en niveles desconocidos por varias generaciones.
El peronismo, expresión política del Movimiento Nacional y Popular es una
planificación del estado y de la economía que deviene de un acuerdo o alianza de clases, estructurada para derrotar definitivamente a la oligarquía y el imperio. Esta es la alianza que hay que contener, para evitar la ruptura de la burguesía y el obvio fortalecimiento de las políticas antinacionales y antipopulares.
El peronismo debe ser el vehículo revolucionario rumbo a la Liberación de nuestro pueblo que rompa el esquema colonialista de los Mitre, Sarmiento, Roca, Uriburu, Aramburu, Alsogaray, los milicos genocidas, Martínez de Hoz, Cavallo, Sigaut, Magnetto, Fortabat, Macri, Rocca y Biolcatti.
Falta mucho por hacer. Estamos a mitad de camino. Tenemos a favor la
conmovedora disposición del pueblo,su sabiduría y formación, las riquezas de nuestra Patria y el acompañamiento estratégico de Latinoamérica.
La oligarquía diversificada y el imperio diseñaron (desde siempre) la destrucción de nuestra Patria y la edificación de la colonia. Etapas de esta siniestra destrucción, del 76 en adelante, fueron: la desvastación genocida de La Nación, de los milicos asesinos, el gorilismo claudicante de Alfonsín, la canallesca y vendepatria traición de Menem y las miserables pantominas de De la Rúa y Duhalde.
Nosotros, hombres y mujeres del pueblo, militantes de LA ARREGUI, acompañamos a Néstor y Cristina, desde nuestro insobornable amor a la Patria, en este tránsito colectivo rumbo a la Soberanía.
Aristas salientes de esta construcción popular son la fenomenal política de
Desendeudamiento, que bajó la deuda externa exigible a menos del 20% del PBI, es decir, tenemos como país niveles similares al 49 en cuanto a SOBERANÍA. La estatización de los Fondos de la ANSES, clave para el desarrollo de todas las excepcionales políticas sociales implementadas en todo el país. Nacionalización de las Deudas Provinciales, que diseñó –junto a los recursos no reintegrables- la política de construcción de la Obra Pública Estratégica más importante desde los 50. Modificación de la Carta Orgánica del Banco Central, la nacionalización de YPF, la instrumentación de la AUH, la revolucionaria política de Derechos Humanos y Sociales, la nacionalización de la fábrica de aviones de Córdoba, la puesta en funcionamiento de los Astilleros de Rio Santiago, el paulatino control sobre el Comercio Exterior, las leyes que protegen las tierras estratégicas del extranjero y la política impositiva sobre la producción agrícolaganadera con la que el gobierno financia el desarrollo de polos industriales, las políticas para las Pymes, la sustitución de importaciones, abc de todo proyecto anticolonial y el impulso nacional a la
ciencia, la técnica y la tecnología.
Las políticas de nuestro Comercio Exterior y la política cambiaria,en el ámbito financiero, permiten el estratégico superávit comercial, el acopio de divisas y la excepcional cantidad de Reservas en moneda extranjera.
Los históricos niveles de obra pública, hechos con recursos propios, añade Soberanía por partida doble, porque se edifican cimientos para la industria mediana y pesada, la agroindustria, los servicios y el transporte, sin el diabólico endeudamiento externo.
Lo precedente, que no agota la síntesis de las excepcionales disposiciones tácticas y estratégicas de esta década peronista, generó una patriótica transferencia de recursos de la oligarquía diversificada y las multinacionales a nuestro pueblo, que se traduce en salud, educación, salarios, viviendas, trabajo y esparcimiento en niveles desconocidos por varias generaciones.
El peronismo, expresión política del Movimiento Nacional y Popular es una
planificación del estado y de la economía que deviene de un acuerdo o alianza de clases, estructurada para derrotar definitivamente a la oligarquía y el imperio. Esta es la alianza que hay que contener, para evitar la ruptura de la burguesía y el obvio fortalecimiento de las políticas antinacionales y antipopulares.
El peronismo debe ser el vehículo revolucionario rumbo a la Liberación de nuestro pueblo que rompa el esquema colonialista de los Mitre, Sarmiento, Roca, Uriburu, Aramburu, Alsogaray, los milicos genocidas, Martínez de Hoz, Cavallo, Sigaut, Magnetto, Fortabat, Macri, Rocca y Biolcatti.
Falta mucho por hacer. Estamos a mitad de camino. Tenemos a favor la
conmovedora disposición del pueblo,su sabiduría y formación, las riquezas de nuestra Patria y el acompañamiento estratégico de Latinoamérica.
que lindos chicos
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